¿Por qué será que la mayoría de las veces acudo a este blog que tengo prácticamente abandonado es para quejarme?
En fin, supongo que el desahogarme frente a la pantalla me alivia el sufrimiento. No es que me esté muriendo por dentro pero bueno, algo jodido si que estoy.
Al parecer esto va por etapas, como si la melancolía me viniese de golpe cada cierto tiempo aunque últimamente me siento muy, muy mal cuando no hace ni 3 segundos lo he pasado bien. Al principio no entendía por qué me ocurría esto ¿Sería que me quedaba con ganas de más? ¿De pasarlo mejor? ¿Tal vez no estoy acostumbrado a tener rachas de felicidad tan largas? Pues no, nada de eso, resulta que estos momentos tan felices en el pasado eran de lo más desagradables y, de golpe y porrazo, la cosa ha cambiado, se le ha dado la vuelta a la tortilla como se suele decir. Antes, con situaciones similares lo pasaba fatal, no me encontraba cómodo era... agobiante y me sentía impotente. Pero ahora algo ha cambiado. Puede que sea yo, no lo dudo, pero pienso que mi cambio ha afectado a terceros y eso ha hecho que mis cambios les afectasen a ellos también y se comportasen de forma ligeramente diferente conmigo aunque ellos probablemente no lo sepan. Y esta cadena de cambios que ha comenzado conmigo y terminado por los que me rodean, me ha hecho sentirme bien, pero cuando todo acaba, cuando nos separamos un sentimiento de sospecha atenaza mi alma. La felicidad tan repentina y por algo antaño doloroso me hace dudar... algo no encaja.
