Hace mucho, mucho tiempo, en el país de los dragones vivía un dragón muy especial. Este no era verde, como todos los demás, sino que tenía la piel llena de lunares color frambuesa, ya que esta era su fruta preferida. Los demás dragones se burlaban de él por ser diferente, por tener la piel color frambuesa.
En una ocasión, el dragón intentó pintarse con pintura verde para terminar con las burlas, pero al contacto con el agua esta se desvaneció, lo que provocó nuevas y más duras burlas al pobre dragoncito.
En una ocasión, el dragón intentó pintarse con pintura verde para terminar con las burlas, pero al contacto con el agua esta se desvaneció, lo que provocó nuevas y más duras burlas al pobre dragoncito.
Avergonzado y harto, decidió marcharse para siempre del país de los dragones y se dirgió a la ciudad. Parecía que ahora sí podría ser feliz pero no había contado con que los humanos no estaban acostumbrados a estar con los dragones ¡Y se asustaban al verle!
Otra vez triste, salió de la ciudad y se alojó en una granja de las afueras. Los animales, contentos de tener un nuevo inquilino, lo recibieron muy bien, pero el granjero al verlo se enfureció y lo hechó a patadas del lugar.
El dragón empezó a añorar su hogar y decide regresar.
Para su sorpresa, todos lo reciben con cariño y alegría, pues lo habían hechado mucho de menos, a pesar de haberlo hecho sentir muy mal.
El dragón se puso tan contento que compartió sus frambuesas con los demás dragones sin importarle ya lo ocurrido en el pasado.
El Dragón color Frambuesa al fin fue feliz, sintiéndose uno más, compartiendo sus famosas frambuesas.
En realidad todos somos el dragón color frambuesa, todos nos sentimos diferenets a los demás en algún momento de nuestra vida pero, compartiendo nuestras frambuesas, es decir, darnos a conocer, lograremos ser aceptados tal y como somos por los demás.
7 comentarios:
:D Creo que yo me leí ese libro de pequeño, tío. Está curiosa la metáfora del dragón, creo que es mucho más cierta de lo que puede parecer en un principio... De todas formas, no me gusta el final. Según mi punto de vista, el dragón debería ser feliz por encontrarse a gusto tal como es, y no por ser finalmente aceptado al regresar de su viaje, únicamente porque sus conocidos lo echaran de menos. Pero vaya, que igualmente me gusta.
Saludos!!
AY DIOS MÍO! He estado buscando este libro desde hace tiempos mil porque me lo leí de pequeña y aún me acordaba de él!!! Y hoy por fin lo he encontrado, lo buscaba como dinosaurio cuando en realidad es un dragón, qué fallo! y buscando el libro por google he encontrado este blog, solo eso, jeje, ta luego!
Hola , mi hijo de 8 años tiene que leer este libro y no lo encontraba por ninguna parte, así que muchas gracias por compartirlo,
Patty, Chile
hola, muchas grasias no sabes de la que nos salvaste a mi hijita de 7 años debia leer este libro y por aca fue inposible encontrarlo. me despido vero,chile 28 de octubre de 2007 23:15
Bueno Néstor, lo cierto es que el dragón no se siente feliz por ser aceptado finalmente como tal, sino porque él mismo se acepta al ver en los demás su propia aceptación. Puede sonar un poco raro, pero aclarando, es que el dragón se sentía apenado por no ser aceptado por ser de un color diferente. Al regresar, sus compañeros ya lo aceptan como uno más, lo que le hace pensar que su color ya no es una desventaja, que no es por eso por lo que le rechazan.
Obviamente este no es todo el libro, y mi hija lo necesita con urgencia ¿sabes dónde lo puedo conseguir? he buscado por librerías y nada; y ya agoté todas mis webs de descarga de libros. Por fis, si puedes ayudarme, me sería de gran ayuda.
Bye
NO, NO, y NO, no sé donde conseguir el puñetero libro. Si supiera donde conseguirlo¿No te parece que se lo hubiera dicho a las otras personas que también lo preguntaron? Si te sirve de consuelo yo también busco ese libro. Puedes probar a pedirlo en una maldita librería como hace todo el mundo.
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